El último estudio que ha proporcionado Estadística del Consejo General del Poder Judicial ha revelado que, en el 2023, un total de 92.344 demandas de disolución matrimonial se llevaron a cabo en nuestro país. A pesar de que los divorcios, separaciones y nulidades matrimoniales cada vez son menos, cada año se producen cientos de miles.
Llegados a este punto, tomar esta decisión puede ser difícil, incluso traumático para una de las dos partes. En ese momento empiezan a surgir dudas, preguntas sin respuestas: ¿Qué he podido hacer mal? ¿Se podría haber evitado? ¿Es culpa mía?
Sin embargo, antes de que te pille desprevenido/a hay algunos factores que pueden hacer que te des cuenta de que tu relación no es como era cuando empezaste.
¿Ya no existe la llama del amor?
Uno de los primeros detonantes para que una relación llegue a su fin es la famosa “llama del amor” que puede surgir en una primera cita. Con el paso del tiempo, a muchas parejas les pasa. “Ya no es como era antes“. “Creo que ahora lo veo más como a un amigo/a que como a mi pareja”.
Sentir que estás en una relación con un extraño puede ser desgarrador. Si ya no sientes una conexión emocional con tu pareja o si la intimidad física se ha desvanecido, puede ser un signo de que los lazos que los unían se están rompiendo.
La falta de comunicación
La comunicación es una columna vertebral en cualquier relación sana. Es el medio a través del cual compartimos nuestros pensamientos, sentimientos, deseos y preocupaciones con nuestra pareja. Cuando esta comunicación comienza a desvanecerse, se convierte en un indicador claro de que algo anda mal en la relación.
La escasez de comunicación puede manifestarse de diversas maneras. En ocasiones, las conversaciones se vuelven superficiales, limitadas a temas triviales o cotidianos, como el clima o qué comer para la cena. Las discusiones importantes, aquellas que involucran aspectos fundamentales de la relación o decisiones cruciales, son evitadas o postergadas indefinidamente.
Por otro lado, cuando las conversaciones importantes se llevan a cabo, tienden a terminar en peleas constantes y no constructivas. En lugar de buscar soluciones o compromisos, las parejas pueden caer en un ciclo de reproches, críticas y resentimientos, lo que deteriora aún más la conexión emocional entre ellos.
Es importante reconocer que la comunicación no solo implica hablar, sino también escuchar activamente y con empatía. Cuando uno o ambos miembros de la pareja se sienten ignorados o no escuchados, se erosionan los cimientos de la relación
¿Ya no eres feliz a su lado?
Sentirnos felices y satisfechos en una relación es fundamental para nuestro bienestar emocional y mental. Cuando estamos constantemente tristes, con un sentimiento de ansiedad o insatisfechos en nuestra relación, ya podemos olernos de que la relación puede estar rota.
La infelicidad constante puede manifestarse de diversas maneras en una relación. Puede ser el resultado de una falta de conexión emocional con nuestra pareja, donde nos sentimos solos y desconectados a pesar de estar en una relación. También puede surgir cuando nuestras necesidades emocionales, físicas o psicológicas no están siendo satisfechas dentro de la relación, lo que nos deja con un profundo sentido de insatisfacción.
Es crucial recordar que la responsabilidad de nuestra felicidad no recae únicamente en nuestra pareja, sino que también somos responsables de nuestro propio bienestar. Sin embargo, una relación saludable debería ser un espacio donde ambos miembros se sientan apoyados, valorados y amados.
Demasiadas "red flags"
El respeto y el apoyo son pilares fundamentales de una conexión sana, y cuando estos elementos escasean o desaparecen por completo, es una señal clara de que la relación está en problemas.
Cuando uno de los miembros de la relación se siente menospreciado, ridiculizado o ignorado por su pareja, se produce un daño significativo en la base misma de la relación. La falta de respeto puede manifestarse de muchas formas, desde comentarios sarcásticos y despectivos hasta gestos de desdén o desinterés hacia las preocupaciones del otro.
Si nos encontramos en una relación donde nuestra pareja no está allí para apoyarnos en nuestros momentos de necesidad, ya sea emocional, física o prácticamente, puede generar sentimientos de soledad, abandono e inseguridad.
Recuerda que mereces estar en una relación donde te sientas valorado, respetado y apoyado. No tengas miedo de tomar las medidas necesarias para proteger tu salud mental.
Monotonía en la relación
Ya lo decía Shakira en su canción: “No fue culpa tuya, ni tampoco mía. Fue culpa de la monotonía”. Y sí, puede llegar un momento de la relación que parezca que sea sacada de una típica película de Navidad donde cada día es igual al anterior hasta que encuentras un nuevo amor.
Cuando tú y tu pareja ya no tenéis planes juntos para el futuro, puede ser un indicador de que la relación está perdiendo su impulso y vitalidad. Si tenéis objetivos completamente diferentes o no están en la misma página respecto a lo que queréis lograr juntos, puede ser difícil encontrar un terreno común para construir una vida juntos.
Dicen que un clavo saca a otro clavo y lo mejor que se puede hacer si notas que la relación está rota es zarpar a un nuevo puerto. Descubrir nuevos horizontes y personas que te pueden sacar de nuevo las mariposas de la primera cita.